lunes, 14 de octubre de 2013

Y como pegan los vómitos


La pobre de mi hermana apenas esta alcanzando la semana numero 13 de su embarazo, es decir esta saliendo del 1er trimestre y estas son las fechas en las que aun vomita hasta el agua que se toma, en vez de engordar ¡ha perdido peso!, aunque segun su médico esto es algo normal, cuando las nauseas y vómitos son asi de excesivos. a esta condicion descubri que se le llama  "hiperémesis gravídica" (que significa "vómitos excesivos durante el embarazo"). Suele seguir una secuencia temporal similar a las náuseas del embarazo, aunque suele iniciase antes, entre la cuarta y la quinta semana y durar más tiempo.
A pesar de que algunas mujeres con náuseas del embrazo de carácter grave se encuentran mejor cuando concluye la primera mitad del embarazo (en torno a la vigésima semana), algunas las siguen experimentando durante todo el embarazo. A menudo, los síntomas pierden intensidad conforme va avanzando la gestación. Pueden ocurrir en cualquier momento del día o de la noche. Suelen iniciarse alrededor de la sexta semana de embarazo, alcanzan su máxima expresión en torno a la novena semana y desparecen entre las semanas 16 y 18.

En la mayoría de las ocasiones, la hiperémesis gravídica ocurre durante el primer embarazo de una mujer. Lamentablemente, las mujeres que presentan esta afección en un embarazo son más proclives a volverla a presentar en embarazos posteriores.

¿COMO COMBATIRLOS?

10 trucos útiles

Antes de buscar un antídoto infalible, debes encontrar qué es exactamente lo que te provoca las náuseas y los vómitos, para tratar de evitarlo. Pero si persisten y son mal soportados, tu médico podrá ayudarte. Mientras tanto o antes de llegar a esta solución, te aconsejamos que pruebes estos trucos:

1. Levántate a cuerpo de reina: Si tienes náuseas matinales bebe un vaso de agua, come una galleta y tómate tu tiempo para levantarte, espera al menos un cuarto de hora en la cama antes de poner un pie en el suelo. En realidad lo ideal es desayunar en la cama a base de hidratos de carbono, proteínas y azúcares lentos (galletitas, pan, frutas…). ¡Ya tienes una magnífica excusa para que te lleven el desayuno! Si no, siempre puedes dejar algo preparado la noche anterior junto a la cama. Eso sí, disminuye el té y suprime el café con leche, ya que revuelven el estómago.

2. Come a menudo: No, no se trata de que te pases comiendo todo el día, pero es mejor tener náuseas con el estómago lleno. Haz tres comidas no muy copiosas y dos tentempiés. Para picar toma una manzana, un plátano, un par de lonchas de jamón, frutos secos, galletitas saladas o tostadas de pan integral. Evita los alimentos ricos en grasas, difíciles de digerir, las frituras, y las comidas muy picantes. Y por supuesto, no comas aquello cuyo simple olor o consistencia te provoquen las náuseas, aunque antes te gustara. Cuando termines de comer retrasa la limpieza bucal: no te cepilles los dientes inmediatamente después ya que puede ocasionar vómitos.

3. Respira hondo: La simple respiración de aire puro puede combatir eficazmente las náuseas. Siempre que sea posible duerme con la ventana abierta, para que entre aire fresco mientras duermes. ¡Notarás la diferencia al despertar!

4. Compra limones: Corta un limón por la mitad e inhálalo cuando te sobrevenga una náusea o bebe zumo de limón exprimido con un poco de azúcar o agua mineral con un chorro de limón.

5. Aficiónate a las infusiones: Puedes elegir los ingredientes que más te gusten o te apetezcan en ese momento. ¿Las más eficaces? De anís, de cáscaras de naranja o de hojas de menta.

6. Bebe bebidas gaseosas, sin abusar: La coca cola (preferiblemente sin cafeína), la gaseosa o los refrescos con burbujas, consumidos en pequeñas cantidades pueden ser de gran ayuda para una mejor digestión.

7. Agua a todas horas: Bebe de 10 a 12 vasos de agua a lo largo de todo el día. Y mójate la cara de vez en cuando con una toalla húmeda.

8. El jengibre, tu nuevo aliado: La Organización Mundial de la Salud ha reconocido los beneficios del empleo tradicional de la raíz de jengibre para prevenir las náuseas y los vómitos derivados del estado de gestación. En cualquier caso ha de ser consumido con moderación. Puedes tomar jengibre seco, sin sobrepasar los 2g por día. También lo puedes comer fresco, 2 g de jengibre seco corresponden a 10 g de fresco. Tómatelo a pequeños mordiscos, chupándolo o bebiéndolo en forma de infusión e incluso utilízalo rallado para aliñar ensaladas y platos. Si te resulta más cómodo puedes optar por las pastillas de jengibre, de venta en herbolarios.

9. ¡Echa el freno! Muévete despacio, evitando los movimientos bruscos. Reposa varias veces al día tumbada con una almohada bajo la cabeza y otra bajo las piernas. Quédate sentada un rato después de comer, la gravedad ayudará a mantener la comida en el estómago.


10. Acude a un experto: Si ninguno de los trucos caseros te funciona y no encuentras la  solución consulta a tu ginecólogo, él podrá recetarte algún medicamento. Si prefieres tratamientos alternativos, puedes recurrir a la homeopatía o a la acupuntura.


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